jueves, 24 de febrero de 2011

Malos recuerdos.


Ayer un amigo mío me dijo que se fue a ver la película sobre el 23-F. Le dije que no coincidía con él en su criterio de selección de películas. ¡Con la de interesantes que hay ahora en estreno! No tengo referencia ninguna sobre ese filme que versa sobre los acontecimientos de hace treinta años en nuestro Parlamento donde se intentó un golpe de estado. Pienso que no fue ni el Parlamento, ni el rey quienes lo abortaron, sino el mismo pueblo que hubiera reaccionado muy hostilmente.

Naturalmente yo viví –tenía entonces 30 años- muy intensamente aquellos acontecimientos que además de irritarme y avergonzarme, me hicieron temer cosas peores. Aquella noche, desde mi casa, donde vivía sólo, me sentía un poco aislado. Cuando me enteré por la radio que llegaban tanques a la ciudad, por teléfono, me pude comunicar con unos amigos que vivían en la Gran Vía de Fernando el Católico, que me dijeron que éstos estaban pasando por debajo de sus ventanas. En el silencio tremendo de la noche, desde mi balcón, al que salí, se oía el siniestro sonido del fragor de  los tanques, pese a lo relativamente lejos en que estaba mi vivienda.

Después, sobre el día aciago de febrero se han escrito y dicho tantas cosas... que prefiero no ver ni leer nada más. ¡Es mi parecida posición sobre cierto cine español que constantemente está recordándonos los años de miseria y pavor de la guerra civil o la posguerra!


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