martes, 22 de febrero de 2011

Un Pescador pescado

Hoy es la fiesta de la Cátedra de San Pedro. No es que  sea entre la gente un día religioso muy señalado. Seguramente pasará olvidado. Sin embargo, esta celebración data del siglo IV.

Hace un mes estuve en Roma y uno de los momentos más emotivos fue venerar en la cripta del Vaticano, debajo del altar central que remata el baldaquino de Bernini, lo que con gran probabilidad son las reliquias de san Pedro, aquel pobre primer Papa, sencillo pescador, que fue el hombre de confianza y testigo de Jesus de Nazaret.

Despues, ya arriba en la soberbia basílica, y delante de la bellisíma estatua de bronce donde Pedro está sentado en su cátedra, rezamos con los amigos que venían conmigo, el credo de nuestra fe que recibimos de él. Luego dimos un ósculo al pie de San Pedro, ese pie desgastado que millones de peregrinos habrán besado y nos hicimos esta foto para inmortalizar tan emotivo momento.

Aquí hay unos versos del no creyente (me resisto a llamarle "ateo") Rafel Alberti que siempre me han gustado:

Di, Jesucristo, ¿por qué
me besan tanto los pies?

Soy San Pedro aquí sentado,
en bronce inmovilizado,
no puedo mirar de lado
ni pegar un puntapié,
pues tengo los pies gastados,
como ves.

Haz un milagro, Señor.
Déjame bajar al río,
volver a ser pescador,
que es lo mío.

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