viernes, 3 de junio de 2011

A Leonard Cohen, un gran poeta, un mal músico.

A mí siempre me han gustado y muchísimo las canciones de Leonard Cohen. Por esa voz “gangosa” que parece tener, por ese ritmo monótono con el que sus canciones parecen cabalgar, por esa melodía monódica que siempre suele tener, pero sobre todo, por lo que canta: una poesía sencilla a la vida, al sexo, al amor , a la muerte y a Dios.
Ahora le han dado el Premio Príncipe de Asturias de poesía y me alegro enormemente, aunque me parece que ese tipo de premios  a él le sobran. Escuchad “Suzanne” y seguramente quedareis prendados de un músico que convierte lo que parecen defectos  -monotonía, voz borrosa-… en pura belleza.
"Suzanne
Suzanne te lleva a su escondite, al lado del río.
Puedes oir las barcas pasar de largo.
Puedes pasarte toda la noche a su lado.
Y sabes que está medio loca,
pero ése es el motivo por el cual estás allí.
Y te da té, y naranjas
de la China.
Y cuando tratas de decirle
que no tienes amor para ofrecerle,
te coge y te mece en sus brazos,
dejando que sea el río el que conteste
que siempre has sido su amante.
Y quieres viajar con ella.
Quieres viajar a ciegas.
Y sabes que confiará en tí
por haber tocado su cuerpo perfecto con tu mente.

Y Jesús era un marinero
cuando caminó sobre el agua.
Y gastó mucho tiempo mirando
desde su solitaria torre de madera.
Y cuando supo con certeza
que sólo los que se ahogaran podrían verle
Dijo: -Todos los hombres serán marineros,
hasta de que el mar los libere.
Pero él mismo estaba arruinado
antes de que el cielo se abriera.
Abandonado, casi humano,
se hundió bajo tu sabiduría como una piedra.
Y quieres viajar con él.
Quieres viajar a ciegas.
Y sabes que quizá confiarás en él
por haber tocado tu cuerpo perfecto con su mente"

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