viernes, 19 de agosto de 2011

Église Notre-Dame-de-Toute-Grâce du plateau d'Assy


Una de los momentos maravillosos disfrutados en las vacaciones de este verano ha sido “encontrarme” con la pequeña iglesia de Notre-Dame-de Toute-Grâce del Plateau d’Assy. Fue una sorpresa porque, aunque siendo estudiante  de arte, oí hablar de ella, ya el recuerdo se había borrado, y tener la ocasión no buscada de visitarla, fue una más que agradable sorpresa.

 Uno de los muchos días que, estando en Chamonix, allá en los Alpes franceses, salió muy nublado y con lloviznas, ya que no podíamos dedicarnos a la alta montaña, subimos en el coche y nos dedicamos a  hacer turismo, visitando pueblos y rincones de los muchos que hay accesibles y a resguardo fácil de la lluvia.

Después de visitar  Sallanges, una bella ciudad tranquila en el valle del Arve, subimos con el coche, al reclamo de un cartel que vimos en la carretera, buscando el Plateau d’Assy, hasta una especie de submeseta bajo un altísimo farallón de altas montañas.  Los paisajes idílicos, las casitas llenas de flores, las praderas verdes con sus caballos y vacas pastando eran postales. Y llegamos a la iglesia. En frente, el macizo del Mont-Blanc, uno de los paisajes más bellos y grandiosos del mundo, oculto ahora por densas nubes. El lugar tranquilísimo, pues la temperie no era propicia para las visitas de turistas. La fachada del templo, con el mural tras las columnas de Lèger, con la letanía del Rosario, asombra al viajero.

Dentro, con el mas exquisito buen gusto y una conseguida atmósfera de sosegado recogimiento, las distintas capillas con pinturas al fresco o en mosaico de Braque, Chagal, Matisse, Bonnard…  y la luz se filtraba a través de unas vidrieras pintadas por Rouault. Abajo, en la cripta que hay sobre el ábside, una capilla recoleta con un mural precioso tras el altar y la luz entrando por los laterales a través de distintas pequeñas vidrieras con imágenes de la pasión.

Parece ser que esta pequeña iglesia (antigua capilla para los enfermos de tuberculosis que acudían a los varios sanatorios instalados por allí) que se consagró en 1950, creó gran polémica en la iglesia francesa, pues su decoración moderna contrastaba demasiado con la pintura e imaginería clásica y porque los artistas no fueron elegidos por su compromiso de fe sino por su valía artística. Desde luego, es un acierto, porque en el recinto de ese templo prácticamente pueden rezar creyentes y no creyentes.
(Adosada casi al templo, una magnífica casa de montaña alberga al cura. Parece ser que éste iba a ser trasladado a otra parroquia ¡julio es también allí tiempo de cambios parroquiales!. Mis amigos me sugirieron que pidiera el traslado hasta aquí: vendrían muchísimas veces a verme y a disfrutar de esta casa).

1 comentario:

  1. Buenos días: soy PIlar Blanco, profesora de Religión del IES José Cadalso de San Roque (Cádiz). Estaba buscando información sobre el tapiz de J. Lucat, sobre el Apocalipsis, de la iglesia que tan magnificamente describe usted; la verdad es que me han entrado muchas ganas de ir a verla. Si puede darme alguna información se lo agradecería. Saludos

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