martes, 22 de noviembre de 2011

Un diluvio pequeñito


Esta mañana diluviaba en Valencia. Desde antes del amanecer, rayos, truenos e intensísima lluvia. A las nueve, cuando han abierto los colegios, las madres han llevado, como han podido, sorteando toda clase de obstáculos, a los críos a la escuela. Y a mediodía ha escampado.
 
Por la tarde, he tenido en la catequesis los cuarenta y pico niños que se preparan, en primera etapa, a la primera comunión. Y en la entrada previa que hago para rezar juntos en la capilla del sagrario, les he hablado del Diluvio Universal, la bonita y legendaria historia de la biblia, que mas que contar el terrible castigo de Yavhé, narra la Paz de Dios con el hombre, su alianza natural con la humanidad a través de la armonía y  belleza de la Naturaleza, simbolizada en el arco iris (¡Ahora, reivindicado por las gays!)

“Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mi y la tierra. Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejara ver entonces mi arco en las nubes. Y me acordaré del pacto mío, que hay entre mi y vosotros y todo ser viviente de toda carne; y no habrá más diluvio de aguas para destruir toda carne." (Génesis 9:13-15)

Naturalmente los críos estaban encantados con la historia del arca de Noé.

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