viernes, 23 de diciembre de 2011

Niños canoros.



El templo parroquial abarrotado de gente hasta la bandera (entiéndase el coro). Ayer se me llenó la iglesia con los alumnos de un colegio situado en el ámbito parroquial. Todos los niños y sus seguidores: padres, abuelos, para verlos cantar, curso por curso, villancicos.

Una delicia ver cantar a los más pequeñitos, saltar y armar  bullicio mientras estrenaban sus dotes corales. También los más mayores -ya alumnos de cuarto de Primaria, muy serios, muy tímidos, muy quietos- cantaron su villancico.

El final lo bordó una chica de unos doce años que cantó un tema de “Los niños del coro” con una voz increíblemente angelical.

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