¿Dónde estará mi carro?

Me preguntan algunos sobre cómo va la restauración de las imágenes de la Corporación de Longinos. Les digo que muy bien: están cociéndose vivos en las aulas parroquiales en este agosto húmedo-cálido que andamos padeciendo. Algunos de los hermanos por colaborar en la restauración han gastado sus vacaciones dándole al pincel, la gubia y la lija.

 Les están quedando las imágenes preciosas, pero ahora se enfrentan a otro problema: para transportar estas imágenes en el desfile procesional, les hace falta un carro (o dicho más propiamente un trono-anda). ¿Dónde estará pues, el carro de los ronquinos?

Ya tienen un proyecto de trono-anda precioso. Solo lo tiene en el papel. Necesitan a alguien que les ayude económicamente de alguna manera y sé que ellos también colaborarían aportando una parte de lo que pudieran. Así que desde aquí llamamos a la generosidad de los que me lean.

Es fácil que también en alguna parroquia, retirada y cubierta de polvo (como el arpa de Becquer) repose alguna vieja anda que les podría servir. Si algún cofrade o párroco supiera de ella, nos gustaría que se pusieran en contacto con nosotros.