martes, 2 de octubre de 2012

Las delicias de la vida cotidiana



En octubre es cuando de verdad empezamos ya la vida cotidiana, trabajo y descanso diario cuyo ritmo,que aunque a veces fatiga, te ayuda a encontrarte más a ti mismo. Las vacaciones bien están, pero muchas veces son un sofoco y tienen más valor cuando las recordamos, que cuando las vivimos. 

Son además una total injusticia: cuando yo estoy en su disfrute, otros están currando y viceversa: a mí me crean mala conciencia. Y más: cuando tú tienes vacaciones otros, que se lo merecen más, no las tienen, ni las pueden tener. ¿O no?

¿Qué queda ahora de ellas? Lo mejor, su recuerdo. Para mí, los días de montaña en el Pirineo y los días de mar de Asturias. Algunos libros que leí y un montón de fotos que ahora puedo visionar en la pantalla del ordenador. ¡Todo es pretérito!

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