martes, 16 de octubre de 2012

Redimir al cautivo: el "Hogar Scala"



A mí esto de "redimir al cautivo" me suena a cosas de la biblia, a lenguaje antiguo o a algo así. Tiempos pasados, como aquellos en que el gran Miguel de Cervantes fue redimido de la cárcel de los moros en Orán. Lo hacían algunas órdenes religiosas como los mercedarios y los redentoristas. Recababan limosnas y donativos de los cristianos para sacar de la prisión a los cautivos cristianos.
Resulta, pues, que todavía quedan hoy muchos cautivos, ¡que hay que redimirlos, liberarlos!

Lo siguen haciendo  algunas órdenes religiosas, como los Redentoristas que, aunque pocos, siguen su carisma. Por ejemplo, los de Nazaret, en Valencia, en nuestro arciprestazgo. Ellos se han encargado de su sencilla parroquia y de la de la Purísima Concepción de La Punta y, desde allí, tratan de redimir cautivos.

Ellos, pues, caban de inaugurar el “Hogar Scala”, una casa de acogida para ayudar a la reinserción a los presos que, cumplida su condena, regresan a la sociedad normal,  facilitándoles su integración familiar, laboral y eclesial. Profesionales, voluntarios y capellanes les ofrecen formación y orientación laboral, refuerzo educativo, gestión del ocio y salidas culturales así como orientación jurídica.

Igualmente, en la casa de acogida todas las semanas se celebra una asamblea en la que los residentes planifican sus actividades y su tiempo libre. Además, cada persona tiene asignada una tarea de la casa como regar las plantas, hacerse cargo del huerto o barrer el patio “para que poco a poco vayan asimilando responsabilidades”. Por otro lado, está previsto que en un futuro se organice un cine fórum semanal de películas con valores.
El “Hogar Scala” es un bonito testimonio de solidaridad hacia los que necesitan ayuda. “Estuve en la cárcel fuisteis  a verme” (Mateo 25, 35-36). Y tú, ¿Qué haces?

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