viernes, 14 de diciembre de 2012

Cenas de empresa





Me imagino que ya habéis empezado en estos días la serie continua de cenas de empresas, cenas  de amigos, cenas de clubes, cenas de compañeros, etc. La cuestión es comer y comer. Es de agradecer el andar distendido comiendo en la mesa con algunos compañeros, cuya relación es oficial, laboral y casi anónima durante el año y de pronto, ¡zas!, descubre que también son seres humanos como tú,  que nos son tan antipáticos como lo parecen en el despacho… ¡Milagros de la mesa compartida!

Claro que después viene las consecuencias: empacho ya antes de que llegue la navidad, sal de fruta y omeprazol para combatir hartazgos e indigestiones. O sea, que llegas  a Nochebuena… y ya no te cabe más… aunque te hayas prometido moderación y parquedad en el comer y beber. ¿Y cuándo vas a empezar el régimen? ¡Después de Reyes, seguro!

Yo ya he empezado, no el régimen desde luego, sino las cenas de amigos y aquí hay tenéis constancia de que no ha habido mucha moderación.

Los sufridos cornúpetas  de la foto son buena gente y, sus abnegadas esposas, santas mujeres. Que conste. 

1 comentario:

  1. Cuando nos vean nuestros hijos.... Bueno pensaran que somos felices simplemente

    ResponderEliminar