miércoles, 9 de enero de 2013

El silencio de las Procesiones



Mi amigo Paco Celdrán me envía una foto muy bonita donde dos curas (uno, yo) aparecemos en actitud de profunda meditación en el transcurso de un procesión.

Aunque a veces los sacerdotes tampoco damos ejemplo en las procesiones con nuestro silencio, todo desfile religioso debe cumplir con estos requisitos:

a) Ser ocasión para interiorizar nuestra fe en el Crucificado, convirtiendo en oración nuestro acompañamiento a Jesús, el Crucificado. Por eso, tan importante el silencio.

b) Ser motivo de exteriorización de esa misma  fe el Crucificado a través de nuestro comportamiento en la procesión: respetuoso silencio y si se tiene que hablar, que sea lo preciso. Hay que cuidar también la vestimenta. Se debería exigir que la gente vaya correctamente vestida.

3) Orden y protocolo. Las cofradías de deberían evitar el tumulto alrededor de las imágenes, poner un orden y límite a los fotógrafos y prensa, que por sacar fotos desde ángulos imposibles, entorpecen y desfiguran un acto que tanta piedad y devoción sugiere.

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