domingo, 29 de diciembre de 2013

Escuchando a "El Mesías"



 Esta tarde he estado varias horas en el centro de la ciudad. He visitado dos o tres centros comerciales, buscando un regalo para la próxima fiesta de Reyes. He llegado a casa rendido, mareado, aturdido. Cada vez me estoy convirtiendo más en un monje solitario. No soporto los tumultos de gente, los ruidos y las músicas ambientales. Todo el tiempo soportando villancicos enlatados que unos coros infantiles, llenos de monotonía, interpretan.
Así que, llegado a casa, he tomado una frugal cena, y ahora estoy escuchando la música que me gusta oír en Navidad: “El Mesías” de Haendel. ¡Qué maravilla esas pequeñas sinfonías, esos coros, esas arias que se contienen en el oratorio del músico anglo germano!
"Y he aquí que el Ángel del señor se les presenta y la gloria del Señor les rodea y se apodera de ellos un gran temor”,  canta la soprano. Y una gran paz y un dulce sosiego me inundan mientras lo escucho. ¡Esto sí que es Navidad!

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