viernes, 24 de enero de 2014

Espiritu y sensibilidad: Claudio Abbado




Una de mis más favoritas aficiones (y frustraciones: cómo me hubiera gustado haber aprendido a tocar un instrumento) es la música clásica; aprecio también y mucho la "moderna". Así qué cuando se apaga la estrella de algún músico de valía -compositor o intérprete-, lo siento enormemente. Y le rindo mi pequeño homenaje: escuchar o ver en DVD alguna de sus músicas.

Ahora ha fallecido Claudio Abbado, uno de los más grandes directores de orquesta de los últimos tiempos. Un músico de una elegancia y sobriedad impresionante. Verlo dirigir es elevarse a las más puras atmósferas.

Así pues, esta noche he tenido una velada magnífica. Sentado delante de mi gran pantalla de televisión, he oído y visto la interpretación que hace Claudia Abbado de la Quinta Sinfonía de Gustav Mahler con la Orquesta Filarmónica de Berlín. ¿Podéis imaginar la emoción contenida  del famoso adagietto de la quinta?


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