sábado, 5 de abril de 2014

¡Dolorosa!



El niño se soltó de la mano de su madre nada más entrar en el templo, y con pasos menudos y veloces, se llegó hasta la verja que cierra el acceso a la capilla de la Virgen de los Dolores. Desde allí y arreguindado a los hierros de la verja, miró fijamente el resplandeciente rostro de la imagen. En aquel bello rostro emergían de sus ojos unas gruesas lágrimas que corrían por sus mejillas. El niño enseguida, pregunta a su madre que estaba ya detrás: "¿Per qué plora, mare?”. La madre le contesta "perque se l’a mort el fill". El niño, sigue con los ojos bien abiertos, contemplando la imagen bendita de la Virgen de los Dolores. Se fija que en su vestido negro de luto riguroso, a la altura del pecho, lleva un corazón de oro con siete pequeños puñales clavados. Torna a preguntar el niño “¿Y por qué lleva el corazón con siete puñales?”. La madre le contesta porque está sufriendo mucho dentro de su corazón.

Absorto se queda otra vez el niño que escucha ahora la voz de su madre: “¡Es también tu Madre del cielo, hijo! ¡Vamos a rezarle! Y la madre musita casi a los oídos del niño: “¡Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo”...

Luego el niño, con su manita, lanza un beso a la Dolorosa y con su madre, que le vuelve a llevar de la mano tras el silencio recogido del templo, sale de él y vuelve al bullicio que los niños arman jugando en la plaza.

¡Hoy comienza el Septenario de la Virgen de los Dolores en la Parroquia de Nuestra señora de los Ángeles de El Cabanyal!

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