BILLETE DE
IDA Y VUELTA
Estaba en la taquilla haciendo cola
esperando mi vez para el billete.
Billete extraño
sin número de asiento,
sin hora de salida.
esperando mi vez para el billete.
Billete extraño
sin número de asiento,
sin hora de salida.
De la estación
“Último Tramo de la Vida”
salían constantemente trenes.
“Último Tramo de la Vida”
salían constantemente trenes.
Mis amigos me abrazan,
me estrechan y me insisten
que pida billete de ida y vuelta:
-pues te necesitamos, dicen ellos.
me estrechan y me insisten
que pida billete de ida y vuelta:
-pues te necesitamos, dicen ellos.
Tanta fue la alegría que me dieron
que volví a la taquilla
y dije al taquillero:
-Aquí está mi billete,
déselo a cualquier otro viajero.
que volví a la taquilla
y dije al taquillero:
-Aquí está mi billete,
déselo a cualquier otro viajero.
Y sin pensarlo más subí a otro tren
que hacia la vida iba de nuevo.
que hacia la vida iba de nuevo.
Me asomé al paisaje, miré al cielo,
y al Gran Patrón le dije:
-Señor,
¿no es ser infiel abandonar el barco
cuando me queda tanto por hacer?
y al Gran Patrón le dije:
-Señor,
¿no es ser infiel abandonar el barco
cuando me queda tanto por hacer?
Me respondió que sí. Yo le hice caso.
Me
preguntaron mis amigos
-¿Qué ha pasado?
-¿Qué ha pasado?
Y yo les contesté con el poeta
deshojando mareas con los dedos:
-He regresado para muchas cosas,
y también he venido a mirarme la cara
en todas las lágrimas vertidas por el mundo.
deshojando mareas con los dedos:
-He regresado para muchas cosas,
y también he venido a mirarme la cara
en todas las lágrimas vertidas por el mundo.
(SOLILOQUIOS, Ediciones Feadulta) Vicente
Martínez