Quizás
sea porque en el mes de agosto no hay muchas noticias, aunque en esta última han abundado las de
espantosos infanticidios, horribles asesinatos de mujeres, terribles espantosos
naufragios en el mar de gente desesperada en busca de pan, pavorosas hecatombes
de explosiones que han arrasado barrios enteros. Pero está claro que si estas malas
nuevas no tienen un cariz político, los medios no los consideran muy
noticiables.
Así pues, para llenar las
hojas de los periódicos los tiempos muertos de los telediarios se nos habla de
las "estrellas errantes y fugaces, que estas noches se pueden contemplar
en los cielos limpios de fuera de nuestras
ciudades. Son las poéticamente llamadas "Lágrimas de San Lorenzo"que llenan de poesía y
relajación estos espíritus nuestros, que aunque estén de vacaciones, tan
estresados buscando paz y sosiego.
Aunque
los más realistas y también pesimistas deben saber que estas estrellas fugaces
no son más que restos-basura de un astro millones de años ha desaparecido de la constelación de Casiopea.
¿A quién no le gusta pensar que son las estrellas
del milagro que pueden abrir la puerta de nuestros sueños para que se cumplan
nuestros deseos más profundos?
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