Después de dos meses largos de seguimiento de un dieta alimenticia muy estricta, bajo dirección,asesoramiento y seguimiento medico, hoy por primera vez he roto su rigor. La causa, lo extraordinario de la situación pues ando realizando un largo viaje y en los aviones sirven comidas no aptas para todos los públicos. Aunque he comido con muchísima moderación (creo que los demás viajeros también, pero a la fuerza) al final, me doy cuenta que una de las cosas que he aprendido es a relativizar la comida (no solo por la calidad, sino también por la cantidad).
Desde luego, el régimen de comidas que se me ha impuesto y sigo a rajatabla y que ahora se me autoriza a relajarlo ya que se han cumplido los primeros objetivos, me ha ido muy bien y me ha aliviado de algunos otros males que la edad de, mi cuerpo provoca.
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