sábado, 2 de julio de 2016

A mi amigo José Luis lo cambian de parroquia.



A mi amigo y tocayo José Luis Llopis, lo han cambiado de parroquia. Ha estado durante más de 15 años sirviendo a la Iglesia como párroco de San Pedro de Paterna. Me une a él una buena amistad, que es fraternidad por nuestra vocación común al sacerdocio y está bien ligada a través de los muchos viajes que hemos realizado juntos. A sus feligreses de la parroquia que ahora deja se los había bien ganado y sé muy positivamente que lo van a despedir con mucha pena: pierden a un buen sacerdote, un buen amigo a un buen pastor.

Ahora se va a Alcoy, a guiar pastoralmente las parroquias de San Mauro y Santa María, dos feligresías históricas en el centro de la ciudad alicantina. Me dice, cuando el otro día lo felicité personalmente, que estaba algo inquieto y preocupado por la responsabilidad que le ha caído sobre sus hombros. Yo le digo que sea paciente y sereno para contemplar ese nuevo horizonte que se abre a su mirada y que aún no está resuelto en su corazón y que trate de amar en sí esas mismas interrogantes que desde él ahora le plantean. Al fin y al cabo, eso es algo natural, pero que piense que en tantas cosas de nuestra vida de curas, quien al final de verdad lleva la parroquia es el único y buen Pastor: Jesús de Nazaret, el Señor. Y que además, su buen sentido común y sensibilidad pastoral le ayudarán muchísimo (además de la colaboración de los feligreses nuevos que tendrá, claro).

Desde aquí otra vez mi enhorabuena y mi deseo que disfrute de esta nuevo gozo que es siempre la oportunidad de un cambio de Parroquia, donde la esperanza y la ilusión de empezar de nuevo, llena siempre el corazón de cualquier sacerdote que desee ser un buen pastor.

1 comentario:

  1. Para los que quedamos en Paterna no será fácil asimilar otro párroco. No digo que lo que ocurrió sea siempre lo mejor, ni que lo que venga tenga que ser por fuerza malo, pero D. José Luis tiene un equilibrio de dos virtudes pastorales que no se dan juntas seguido: se vuelca a su tarea pastoral, pero a la vez con clericalismo cero, y eso es, lamentablemente, un bien escaso.
    Gracias por publicar esta entrada, algunos estamos apenas empezando a asimilar la noticia... :-)

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