viernes, 17 de marzo de 2017

"La chica desconocida", una historia de conversión.




“La chica desconocida” es la última producción artística de los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne, cineastas belgas, que comenzaron realizando documentales para la televisión y que se dieron a conocer con la impactante y sencilla cinta titulada “La promesa”. Después vendrían, entre otras, “ Rosetta”, “ El hijo” “El niño”, “Dos días y una noche” y “ El niño de la bicicleta”.
Jennin Davin es una joven doctora que en un pequeño ambulatorio de barrio atiende a sus enfermos. Acaba de discutir con el estudiante de medicina auxiliar, Julien,  a causa de la empatía personal  con la que éste se implica con los pacientes. Un día, cuando ya ha acabado la consulta y va  a marcharse, la llaman por el telefonillo. No atiende a la llamada y no abre la puerta. La persona que buscaba su ayuda era una inmigrante de color que aparece después muerta en el río. Informada por la policía que investiga la grabación hecha en el inmueble, la médica queda impactada y siente la llamada de la responsabilidad.

De aquí para allá, con movimientos rápidos con los  que la cámara sigue su ir y venir, asistimos a las mil pesquisas que esta mujer realiza, inquieta y responsabilizada, por hacer justicia con alguien hasta entonces desconocido lejano y que se ha convertido en su “prójimo”. Ese hecho lamentable del que ella inicialmente no es culpable, le mueve  a un cambio: de una vida de funcionaria aséptica, puntual y cumplidora a adoptar un sentimiento de compromiso con los demás.  El filme tiene pues unas claves cristianas (conversión, solidaridad, misericordia, justicia) muy reconocibles como es habitual en toda la filmografía de los hermanos Dardenne.

“La chica desconocida” está dotada de una cierta intriga psicológica lo que hace que el relato se tense en su interés contrastando a la vez con la descripción muy atenta de diferentes detalles y pormenores cotidianos  de las pequeñas rutinas de la profesión médica y  que muestran a la vez el proceso psicológico y espiritual y comprometido que sufre su protagonista. Esto no nos lo muestra no sólo  con palabras y acciones sino a través del seguimiento con la cámara de las distintas expresiones de su rostro: la apertura hacia el otro, el descubrimiento de la dignidad de las personas que por ser inmigrantes o desempeñar una profesión denigrante la sociedad europea del bienestar olvida y desprecia. Toda una denuncia a esta Europa que involuciona y pierde los cálidos y solidarios valores que la hizo grande.

La chica desconocida (Bélgica, 2016) de Luc y Jean-Pierre Dardenne.
Historia de una conversión.
Drama, intriga. Temas: Solidaridad, conversión, Europa, valores humanos, profesión.
Lo mejor: el compromiso personal que puede provocar en el espectador el visionado de esta película.
Lo peor: que pueda parecer un filme minoritario, porque no se haya estrenado en las grandes salas de exhibición


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