jueves, 15 de febrero de 2018

LO DE OXFAM, ¡VAYA PALO!


De entre la muchedumbre de ONGs con las que uno tiene contactos, hay algunas en las que crees firmemente. No suelen estar lideradas por esa gente guapa y famosa que parece hacer penitencia por sus excesos sentimentales y vidas de lujo patrocinando una organización filantrópica. Yo siempre aconsejo a la gente que derive sus limosnas a algunas ONGs, en vez de entregarlas a algún pedigüeño profesional que anda por la calle.  Es verdad,  dar  una limosna al mendigo de la esquina puede momentáneamente reconfortar a tu a veces mala conciencia, pero ese no es el camino… Las ONGs nos ayudan a cumplir en parte nuestro deber como humanos, (y si eres cristiano, aún más) de ser solidarios. Entre estas organizaciones, mi confianza están  puesta en  Manos Unidas,  Cáritas y alguna más y entre ellas, Oxfam. 

Hasta que un escándalo las hunda en el desprestigio o los borre del mapa de bienhechores de la humanidad.

Por eso, lo de OXFAM, ¡vaya palo! He colaborado muchas veces con OXFAM Intermon que siempre ha tenido para mi un cierto prestigio no sé si porque lo llevaban los jesuitas. Ahora con las denuncias y detenciones de algunos de sus presidentes, por encubrir actividades sexuales, el escándalo se ha montado y se me ha caído el alma a los pies.


¿Cómo reaccionar entonces,? Está claro que el castigo que se merece los sinvergüenzas que se aprovechan de la buena voluntad de la gente debe ser ejemplar el ineludible. Pero, hay que pensar también que quién es el que pierde más, si uno retira totalmente la confianza. Está claro que son aquellos a los que el mundo y la sociedad opulenta les ha quitado todo: los desposeídos, los pobres. Así que, sabiendo lo que la mano derecha  hace y hasta se entere tu mano izquierda, hay que seguir colaborando y apoyando a todo el esfuerzo que procuran hacer las ONGs para construir un mundo mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario