Hoy, 16 de julio,
es la fiesta de Nuestra Señora del Carmen. Vaya por delante a todas las mujeres
y hombres -Carmen, Carmelo- mi
felicitación. Es una fiesta entrañable que se celebra no sólo en los pueblos
marineros sino también e incluso en aquellos que están ubicados lejos del mar
(por ejemplo hoy es Fiesta Mayor en La Yesa en
donde yo fui hace muchos años cura párroco).
El vocablo “Carmen”
significa jardín florido, huerto fértil, viñedo (y viene del árabe), significados que
bien pueden aplicarse a lo que significa para nosotros la Virgen María. El
Monte Carmelo es una montaña situada al borde del Mediterráneo en la costa
norte de Israel donde el profeta Elías realizó el prodigio de porvocar la
lluvia para acabar con la sequía que asolaba al país. En un reto con los
sacerdotes de Baal, que realizaban estrambóticas ceremonias, Elías mediante la oración
ferviente consiguió de Dios que una nubecita lejana en el horizonte cubriera
todo el país de Israel descargando la benefactora y abundante lluvia. Esa
nubecita blanca en el horizonte es también el símbolo de María, la mujer que
nos dio la lluvia de la Gracia de Dios por la Redención de su Hijo.
LA Virgen del
Carmen es la patrona de los marineros, y en este pueblo del Cabañal, tiempos
atrás, era una fiesta muy señalada. Ahora como ya apenas si quedan marineros…
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